¿En dónde están los líderes?
Buen día amigos, en medio de las tormentas sociales, siempre caen liderazgos y se erigen otros nuevos, lo que ocurre hoy en el mundo por el COVID-19 nos enseña cosas de las que hemos hablado en las conferencias y cursos que imparto sobre liderazgo, fenómenos sociales que están ocurriendo en todos los niveles, el global, nacional, subnacional y local.
La sociedad cuestiona o reconoce a sus líderes cuando son asertivos y eficaces, pero cuando hay vacíos de liderazgo, surgen otros nuevos que pueden ser capaces de satisfacer las aspiraciones sociales o no.
Yuval Noah Harari comenta en la Revista Times: “Hoy la humanidad enfrenta una crisis aguda no solo por el coronavirus, sino también por la falta de confianza entre los humanos. Para vencer una epidemia, las personas deben confiar en expertos científicos, los ciudadanos deben confiar en las autoridades públicas y los países deben confiar entre sí. En los últimos años, los políticos irresponsables han socavado deliberadamente la confianza en la ciencia, en las autoridades públicas y en la cooperación internacional. Como resultado, ahora nos enfrentamos a esta crisis desprovista de líderes mundiales que pueden inspirar, organizar y financiar una respuesta global coordinada.”
Ciertamente está ocurriendo esto, los déficits de las sociedades humanas se ponen de manifiesto en tiempos de crisis, sean guerras, desastres naturales o pandemias; lo cierto es que la naturaleza humana tiende a entrar en un proceso de recomposición y de transformación social.
Joan Prats nos habla de esto en uno de sus magníficos manuscritos: “La historia es empujada por fuerzas impersonales. Pero la historia particular de una sociedad acaba siendo moldeada por el número y la calidad de las personas que se deciden a ponerse al frente del proceso de cambio. Éste no se produce nunca por sí sólo. Sin la función de liderazgo el cambio no se acabará produciendo o se producirá de manera limitada o inadecuada. La emergencia de los nuevos modelos mentales, percepciones o aprendizajes, el cambio de actitudes, la adquisición de nuevas competencias, son procesos que pueden darse más rápidamente y mejor cuando se dispone de liderazgo”.
Las crisis que estamos comenzando a experimentar en nuestros países nos dan la oportunidad también de evolucionar hacia una sociedad más civilizada, y sustentable, y esto es posible lograrlo, Margaret Mead nos legó un mensaje esperanzador: “Nunca dudes que un pequeño grupo de atentas y comprometidas personas pueden cambiar el mundo. De hecho, es lo único que lo ha logrado.”
Que pasen buen día, Rubén Ricaño Escobar.